Parece que es muy complejo dejar atrás los malos hábitos y esto es algo que está ocurriendo en Magaluf, el célebre destino de borrachera situado en Mallorca, que estaba cambiando su imagen turística atrayendo a otros sectores como el familiar pero que aún tiene recaídas.
El esfuerzo encabezado por instituciones y apoyado por empresarios, tanto hoteleros como regidores de bares y clubes, en reconducir el perfil del turista que se recibe, se está encontrando con un gran obstáculo. Mientras que muchos pubs nocturnos habían incrementado el precio de las copas para propiciar un consumo más controlado, dos pubs de la calle Punta Ballena están actuando como foco de un renacimiento de la barra libre: The Office y Capitol.
Al parecer estos establecimientos ofrecen una hora de consumo de bebidas alcohólicas por un precio que ronda entre los cinco y los siete euros, algo que el resto de empresarios nocturnos tachan como “impresentable”. Creen que estas políticas comerciales sólo supondrán un paso hacia atrás ya que sólo provocarán mayor suciedad en una de las vías más transitadas por los turistas.
Por su parte, el ayuntamiento sigue luchando contra las borracheras aplicando medidas como la prohibición de poner a la vista del público expositores con alcohol, no obstante, su próximo objetivo es que la Consejería de Turismo del gobierno balear, a cargo de Biel Barceló, imponga limitaciones a las bebidas graduadas que se sirven en los hoteles con régimen de todo incluido.