Una última tendencia inmobililaria comienza a preocupar al sector de la vivienda: ocupar casas en la playa, cuanto más lujosas, mejor.

José Antonio Oria, vicepresidente del Colegio de Administradores de Fincas de Huelva (CAFH) ha explicado que: "La cosa está tan descontrolada que nos vemos obligados a darles a los 'okupas' las llaves de los espacios comunes porque si no revientan las cerraduras y es peor. A ese extremo hemos llegado". A esto añade que: “Cuando se mete un 'okupa' en un residencial de playa o en cualquier finca, lo que hacemos es abrir las puertas para evitar males mayores mientras mediamos con ellos y tratamos de que se inicie el proceso judicial para expulsarlos. Y eso puede tardar años".

Un alto porcentaje de la gente que ocupa las casas son trabajadores de ciudades cercanas al litoral, según explica un policía local de Lepe, en Huelva: "La mayoría de 'okupas' siguen siendo rumanos y españoles de etnia gitana, pero cada vez me encuentro a más gente conocida, que les dices ‘pero tú qué haces aquí’, me he llevado varias sorpresas".

La tendencia es clara. Cuanto más cerca de la playa, mejor. "Años atrás la ocupación se daba más en núcleos de interior, más urbanos. Pero ahora en la playa te encuentras ‘okupas’ que hasta visten corbata”, apunta David Toscano, presidente del CAFH.

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Toscano también denuncia que: “Como la vivienda vacacional sigue siendo un elemento de lujo, hay cierto desinterés (judicial, policial y político). Si te ocupan la vivienda habitual la peleas, la negocias, pero una segunda vivienda entra en otra dinámica. Igual vives lejos y has tenido mucha dificultad para pagar, o tienes varios plazos de hipoteca pendientes, y ahí se produce una situación distinta. Este fenómeno se concentra desde el año 2016 hasta hoy".

Lo de ocupar en primera línea de playa es un negocio tan fructífero que varias mafias ya se dedican a tomar viviendas vacías para venderlas o realquilarlas.

"Entran, cambian la cerradura y venden la llave a quien la quiera por 800 euros, por ejemplo. O la realquilan por 300 o 400 euros al mes a gente que muchas veces no sabe que es un casa ocupada. Si te viene una persona con la llave de la casa, te abre, te la enseña y te ofrece un contrato de alquiler, te crees que es el propietario", explica Fernando Pastor, presidente del Colegio Territorial de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla.

Huelva, Cádiz y Málaga son las provincias donde más casos se están registrando.