Turismo de Aragón ha editado un manual para que los turistas puedan disfrutar de rutas diferenciadas para visitar los 245 ibones que hay en la región. Ibón es la palabra que se usa en aragonés para designar a los pequeños lagos de montaña de origen glaciar que se localizan en los Pirineos, por lo general por encima de los 2.000 metros de altitud.
José Luis Soro, consejero de Vertebración de Territorio, que fue el encargado de presentarlo, ha indicado que: "Los ibones tienen un interés medioambiental incalculable y por ello están protegidos dentro de algún Espacio Natural Protegido".
La primera de las rutas presentadas recoge el top 10 de los ibones: el Estanés, Acherito, Anayet, Azules, Arrieles, Bernatuara, Marboré, Plan, Escarpinosa y Batisielles. El segundo itinerario recoge ibones accesibles para todos y a los que se llega por coche o mediante infraestructuras deportivas o turísticas.
También existe la ruta ‘Ibones para familias’ que incluye a los que se encuentran a una hora u hora y media y a los que se puede acceder con niños a partir de cinco o seis años o ‘ibones para familias montañeras’ que se localizan a una distancia de entre dos hotas y cuatro horas y media con un desnivel positivo e hasta 700 metros. Los ibones desde un refugio de montaña y los ibones de colores completan los recorridos.
Por su singularidad, esos lagos son apreciados por los visitantes que acuden hasta el lugar. El consejero señala que además de poseer una “inigualable belleza”, cuentan con un “gran valor científico y cultural