El Consell de Formentera ha decidido restringir el acceso al faro de Barbaria, uno de sus grandes iconos turísticos de la región y escenario de una de las escenas más famosas de la película Lucía y el Sexo.
Para evitar que los turistas se agolpen en el lugar se ha prohibido llegar hasta él en el coche, como se hacía hasta ahora. Las autoridades han creado un aparcamiento a un kilómetro y medio de distancia. Desde él hasta el faro sólo se puede cubrir la distancia caminando o en bicicleta. De esta manera se pretende disuadir a todos aquellos que se acercan cada día con su coche hasta el propio faro para presenciar el atardecer y sacarse fotos en el enclave.
Los colectivos ecologistas de la región aplauden la medida con la que se pretende conservar la idiosincrasia del monumento.