El Templo de Debod, ubicado en las inmediaciones de la Plaza de España de Madrid, es uno de los principales reclamos de la capital española. Lo cierto es que goza de un atractivo incontestable al tratarse de un edificio originariamente egipcio (siglo II antes de Cristo), que desprende la magia de la antigua civilización del país norafricano.
Los problemas de conservación, sin embargo, son una constante para este enclave turístico, que se encuentra al aire libre sin ninguna estructura que lo proteja, por lo que es especialmente sensible a los agentes externos, como el clima.
Según informa El Mundo, el egiptólogo Zahi Hawass, tras una visita al edificio, criticó su estado, ya que a su juicio ha "sufrido más" en la capital madrileña en décadas, "que en toda su vida: más de 2.000 años". En este punto, destacó que el resto de monumentos que se entregó como regalo a países como Estados Unidos, Holanda e Italia (por su colaboración en la preservación de los monumentos de Nubia en 1960, en la que también participó España) están protegidos.
Por ello, tal y como reseña El Confidencial, Hawass envío una carta, junto con la ministra de Turismo y Arquitectura de Egipto, Rania Al-Mashat, al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, solicitando que se cubra el templo para protegerlo de la lluvia. Al mismo tiempo, reconoció que no cuenta con la solución para los problemas de conservación del monumento, aunque confió en que los especialistas "encontrarán las medidas necesarias".
A este respecto, Martínez-Almeida y la vicealcaldesa de la ciudad, Begoña Villacís, manifestaron su intención de conservar el Templo de Debod, así como de implementar las medidas oportunas para su mejor conservación. En este punto, indicaron que devolverlo a Egipto no es una opción. "El templo se queda y se estudiarán todas las opciones", para que el edificio esté "en las mejores condiciones", aseguró Villacís, quien reconoció los problemas del monumento.