La ciudad de Málaga y la Costa del Sol están realizando una clara apuesta por un turismo de alta capacidad adquisitiva, centrando sus esfuerzos en atraer a turistas norteamericanos e impulsar hoteles de lujo que complementen su oferta cultural y de Sol y Playa. Sin embargo, los atractivos de la provincia no se limitan al litoral, ya que a falta de seis meses, la ocupación de las casas rurales para el mes de agosto de 2023 ya superaría el 60% en Málaga, más de tres puntos porcentuales por encima de las mismas fechas en 2022.

Así lo ha confirmado el estudio de mercado elaborado por la plataforma Ruralidays.com, que indica como, analizando todas las zonas de interior de Andalucía, la de Málaga está experimentando los mejores números de ocupación en cuanto a turismo rural se refiere. "Para la primera quincena de agosto, las reservas ya están por encima del 67% para los alojamientos rurales de Málaga con piscina privada. Actualmente, la ocupación rural de Andalucía para agosto alcanza el 54%".

El informe, recogido por La Opinión De Málaga, destaca como los visitantes estadounidenses, hasta ahora residuales, han irrumpido con fuerza, reservando las villas más lujosas, pagando muchos de ellos más de 100 euros por persona y noche. De media, los viajeros internacionales pagan más que los nacionales: 39 euros frente a 34,4. Aunque también mercados como Países Bajos, Reino Unido o Alemania han aumentado sus reservas, la mayoría de las estancias estarán protagonizadas por clientes españoles.

Los destinos favoritos de Málaga para este verano son Nerja, Frigiliana, Cómpeta, El Borge, Ronda, Villanueva del Rosario, Alhaurín de la Torre y Torrox. 

Tendencias
 

Para agosto, los clientes buscarían sobre todo casas amplias, luminosas, modernas, con intimidad y vistas, además como jacuzzis, bañeras de hidromasaje, chimeneas, barbacoas y elementos de ocio —ping-pong o billar—. Las familias que viajan con su mascota casi se duplican respecto al año pasado, rozando el 10% del total de reservas acometidas. 

Positiva temporada baja
 

La demanda de turismo rural también está mostrándose fuerte en la actual temporada baja. A principios del mes de febrero, fecha en la que se realizó el informe, las reservas en la provincia Málaga para el actual mes se situaban por encima del 52%. La ocupación del fin de semana del 10 al 12 de febrero aumentó casi cuatro puntos porcentuales en la provincia, respecto a 2022.