La ley contra el turismo de excesos en Baleares —en vigor desde 2020— no ha conseguido acabar con las borracheras de los turistas que fin de semana tras fin de semana dejan escenas de descontrol, suciedad y desperfectos urbanos en Mallorca. La temporada ya está a pleno rendimiento y cientos de alemanes llenan por las noches lo que denominan la bierstrasse, es decir, la calle de la cerveza de Playa de Palma.
lain Carbonell, vicepresidente de la Asociación de Vecinos de Playa de Palma, explica a Diario de Mallorca la necesidad de un “proceso de regeneración del turismo” que “garantice la calidad de vida de la comunidad”. Por otro lado, Miquel Cañellas, representante de la Plataforma de Vecinos y Hoteleros ‘Por una Playa de Palma Cívica’, opina que es necesaria una mayor presencia policial y pide la reintroducción de la policía montada, que fue eliminada por el bienestar animal.
Juan Miguel Ferrer, CEO de Palma Beach, también considera que es necesaria una mayor presencia policial y que los agentes que se incorporan al destino turístico para la temporada de verano lo hagan antes. “En mayo es cuando empiezan los policías a venir a la Playa de Palma, como cada año, pero consideramos que se tendría que adelantar un mes, porque el buen tiempo hace que todo empiece antes y de esta forma se daría un buen ejemplo”, enfatiza.
No obstante, según aclara David Servera, presidente de la Asociación de Vecinos Amics de s’Arenal, el turismo de borrachera aún no ha llegado a su punto álgido: “Junio es el mes de los viajes de estudios de la península, que para la playa es lo peor que hay”, explica.