A la plaga de mosquitos que cada año invade la ciudad de Palma (Mallorca), se le suman otros habitantes del subsuelo como ratas, ratones, cucarachas, pulgas, garrapatas y chinches. En solares abandonados y alcantarillas, fundamentalmente, proliferan estas especies que suponen un problema de salud pública.
El Ayuntamiento de Palma pondrá en marcha muy pronto un plan que supondrá el desembolso de 500.000 euros anuales, provenientes de las arcas públicas, para combatir la propagación de roedores y otros “incómodos visitantes”.
Conocido como las 7 plagas de Palma, el fenómeno ha sido catalogado por Antonia Martín, regidora de Sanidad y Consumo, como “una cuestión de salud pública”. La empresa que consiga el contrato, deberá revisar sistemáticamente hasta 60.000 alcantarillas cada año, 28.000 imbornales, 400 contenedores subterráneos, 50 parques y jardines como mínimo, además de solares y edificios públicos.
Mosquitos, ratas y otras especies dañinas serán objeto de actuaciones en colegios, bibliotecas, mercados, centros culturales y, si es preciso, en viviendas privadas para acometer trabajos de desinfección, desinsectación y desratización. La idea es que los técnicos conozcan la problemática exacta de cada área de la ciudad, así como que cuenten con un registro informatizado de todos los avistamientos y tratamientos aplicados en cada punto.