La prensa alemana se ha hecho eco del brote de COVID-19 que afecta, al menos, a ocho empleados de un hotel de Formentera, cuyo nombre no ha trascendido.
El medio de comunicación alemán fvw, que se dirige a los profesionales del sector turístico, entre los que figuran agentes de viajes, ha sido uno de los que ha publicado esta información, por lo que las ventas del destino se podrían ver afectadas a corto plazo. El diario germano, incluso, señala que "aún no está claro si también hay turistas entre los infectados". También el diario bávaro Südwest Presse, a través de su web swp.de, se ha hecho eco de esta situación.
Cabe destacar, no obstante, que el principal mercado emisor de turistas para las islas Pitiusas (Ibiza y Formentera) es el nacional, seguido de Reino Unido e Italia. Estas islas recibieron 283.936 visitantes alemanes en 2018, 31.056 menos que en 2017, de acuerdo con Frontur.
El brote, "bajo control"
Según ha informado Diario de Ibiza, el brote se detectó el pasado miércoles, 15 de julio, cuando un empleado manifestó síntomas leves y dio positivo. A posteriori, se realizó un seguimiento a su entorno laboral más cercano, dando positivo cinco empleados más. Como consecuencia, los 92 trabajadores del establecimiento se sometieron a pruebas diagnósticas el fin de semana, localizándose así los dos casos restantes.
Seguidamente, el equipo de rastreo trabajó en la localización de los contactos directos de los contagiados, de los que tres presentan síntomas leves y cinco están asintomáticos. Finalmente, fueron 19 las personas detectadas del "círculo más estrecho" de los positivos. Por ello, la conselleria de Salud considera que el rebrote está "bajo control", aunque los protocolos sanitarios recogen que el rebrote no se puede dar por superado hasta 28 días después del último caso positivo detectado.