La contaminación del Mar Menor (Murcia) ha vuelto a dar el salto a la prensa internacional. En este caso, medios como Express se hacen eco de los problemas que están teniendo los británicos para vender su vivienda de turismo residencial, y es que el hedor ha provocado una congelación del mercado inmobiliario.
La falta de oxígeno —provocada por los vertidos agrícolas— se ha traducido en aguas verdes, peces muertos y el mal olor, haciendo perder valor al que hasta ahora era uno de los principales polos turísticos de la región murciana (aglutina el 50% de la oferta hotelera).
El proceso de deterioro de la laguna salada está desanimando a los posibles compradores de viviendas. Un análisis del Banco de España apunta que los precios inmobiliarios en áreas de características similares en la provincia de Alicante crecieron un 40% en los últimos seis años. Por el contrario, los precios de los inmuebles en el entorno del Mar Menor se han mantenido estancados desde 2015.
“Visualmente, es bastante horrible, pero también crea un hedor y la vida silvestre está muriendo y desapareciendo. Está empezando a provocar que los turistas no vengan a lo que antes era una zona muy bonita. Y también es un área protegida”, explican al citado diario desde la asociación ecologista Client Earth. Inciden, además, en que ahora la población está frustrada porque están viendo los impactos económicos que tiene el desastre ambiental.