El Aeropuerto Internacional de Murcia, más conocido como el aeropuerto de Corvera, no está teniendo el éxito esperado. En el primer cuatrimestre del año, acogió a 232.231 pasajeros, un 17,7% menos que el antiguo aeródromo, San Javier, en el mismo período de 2018.
El nuevo aeropuerto de Murcia abrió sus puertas el pasado 15 de enero, a lo que se podría atribuir esta caída en el número de pasajeros. Sin embargo, si se acota el tiempo de estudio de febrero a abril, con el fin de efectuar un análisis más equitativo, el resultado es una disminución en el flujo de viajeros del 10,5%.
Según ha informado El Confidencial, también ha tenido lugar una reducción del 18,7% del número de vuelos operados, durante los cuatro primeros meses del año. Y es que, las aerolíneas están demandando en mayor medida el aeropuerto de Alicante, en detrimento del nuevo aeródromo de Murcia.
De hecho, la terminal alicantina registró 3,9 millones de pasajeros entre enero y abril de 2019, lo que supone un incremento interanual del 8,5%, consolidándose así como el gran ‘hub’ turístico de la costa sureste española. Algunas voces consideran que el pinchazo del nuevo aeródromo se debe a su ubicación, lejana a la costa, cuando San Javier estaba junto a ella. La terminal alicantina también goza de una localización privilegiada, próxima al mar.
Por su parte, las autoridades murcianas confían en que la terminal puede hacerse un hueco en el mercado, pese a su cercanía con Alicante. En esta línea, estiman la llegada de cuatro millones de turistas a la región gracias a la infraestructura, con la que conectan países como Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Austria, Polonia y Noruega, a través de aerolíneas como Ryanair, easyJet o TUI Fly.
El Aeropuerto Internacional de Murcia, que requirió una inversión de 260 millones de euros, fue planificado e impulsado por el Gobierno de la región. Su puesta a punto sufrió retrasos de más de siete años y, finalmente, el ejecutivo autonómico otorgó su gestión y explotación a AENA, para los próximos 25 años.