La capital de la isla de Mallorca se mantiene firme en su decisión de no alquilar viviendas turísticas en edificios plurifamiliares, es decir, en pisos y apartamentos.
Tal y como informa 'El Diario de Mallorca', la propuesta presentada este lunes para zonificar las áreas de la ciudad en las que se puede o no alquilar ha salido adelante. De ella, se deduce que el alquiler vacacional estará prohibido en edificios plurifamiliares, pero se mantendrá en viviendas unifamiliares, a excepción de polígonos industriales, zonas rurales y las áreas colindantes al aeropuerto.
En palabras del concejal de Urbanismo y teniente alcalde de Palma, José Hila, se trata de una medida para “preservar el derecho a la vivienda de los ciudadanos de Palma”. Además, Hila indicó que los pisos de alquiler turístico no regulados “aumentaron entre 2015 y 2016 en un 50% llegando a las 20.000 plazas turísticas comercializadas en viviendas”.
Por su parte, desde el consistorio de Palma también señalan que la alta rentabilidad del alquiler vacacional provoca que compitan en precio con “los hoteles de la ciudad”. Asimismo, constatan que existe un paralelismo entre “la evolución del fenómeno de las viviendas vacacionales y el aumento de los precios de alquiler” y afirman que desde 2013 “la vivienda se ha encarecido en Palma un 40%”.