Mientras que otros destinos son muy estrictos con la posibilidad de renovar o modificar la disposición de los establecimientos de playa o chiringuitos, Palma ha hecho una apuesta por renovar su principal playa de cara a la Semana Santa.
Así, a partir de abril Playa de Palma se abrirá a los bañistas con un nuevo aspecto, con especial incidencia de sus kioscos habiendo sido renovados 15 en los últimos años, siendo el último caso el del B06 ("Ballermann 6") que abandona el aluminio brillante por colores verdes y blancos.
Las autoridades quieren dar a la nueva imagen de la famosa Playa, no sólo con estos cambios estéticos, sino también con la prohibición de gente bebiendo en las calles.