La semana de protestas en Cataluña en contra de la sentencia que condena a prisión, por un delito de sedición, a políticos y civiles que participaron en el proceso independentista, no solo está dañando la imagen del destino en el extranjero, sino que también las cajas de los negocios del centro de Barcelona.

Según ha informado El País, Barcelona Oberta, asociación que representa a los ejes comerciales turísticos, señaló que los comerciantes y restauradores de la ciudad condal han sufrido pérdidas en la facturación, de entre un 30 y un 50%. Los hoteleros, por su parte, no han querido realizar valoraciones, aunque algunos se han visto obligados a reducir las tarifas y cancelar reservas. 

El Ayuntamiento de Barcelona se manifestó a este respecto el pasado lunes, 21 de octubre, indicando que se ha realojado en otros hoteles a turistas que se hospedaban en el centro de la ciudad, así como que se ha cancelado una convención que tenía previsto reunir a 750 asistentes. “Se ha hecho un dispositivo pactado con el gremio de hoteles que ha permitido el realojamiento de una parte muy importante de turistas afectados”, especificó Xavier Marcé, regidor de Turismo. 

La reacción de los hoteleros

Lo cierto es que los establecimientos hoteleros han activado diferentes medidas para paliar el impacto de los disturbios, aunque no han sido suficientes para evitar las cancelaciones. Algunos hoteles, por ejemplo, han decidido invitar a cenas a los huéspedes, mientras que otros han aconsejado a los clientes estar de vuelta antes de las 18.00 horas. 

En este sentido, el Gremio de Hoteles de Barcelona no ha querido manifestarse hasta tener los datos del mes de octubre. Diferentes fuentes del sector, sin embargo, indican que las protestas han perjudicado especialmente a las reservas de los próximos meses. También, que la mayoría de cancelaciones se registran en los hoteles de cuatro y cinco estrellas, las que cifran en un 15%, así como que se han reducido las tarifas un 20%. 

Por otro lado, Marcé destacó que tres cruceros no arribaron a la ciudad condal, pese que así lo tenían previsto, la semana pasada. Una de las cuestiones que más preocupa al regidor es, sin embargo, el impacto de estas protestas en el turismo MICE. "Se ha mantenido una estrecha interlocución con los organizadores de congresos internacionales para paliar o informar de los efectos que pueden tener estos acontecimientos", señaló.

Los bares y restaurantes del centro de Barcelona, especialmente los que se ubican en la plaza Urquinaona, Pau Claris, Via Laietana y Eixample, también están sufriendo los efectos de estas manifestaciones. El Gremio de Restauración estima que la facturación ha caído un 60%. A ello hay que sumarle los daños en el mobiliario, que en el caso de las terrazas se cifran en unos 500.000 euros. 

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, han convocado a los principales actores económicos e instituciones de la urbe para evaluar y afrontar las consecuencias de estas protestas. 

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