El Puerto de Málaga ha fijado su objetivo en los yates de lujo y en las embarcaciones de recreo, de tal forma que prevé la construcción de una marina para megayates en los muelles 1 y 2 y de un puerto deportivo con capacidad para 600 naves en San Andrés. 

El presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga, Carlos Rubio, señaló en un desayuno informativo organizado por Málaga Hoy, que esta apuesta por la náutica de lujo y de recreo tiene como objetivo "cubrir un déficit que tiene la ciudad de Málaga, porque las instalaciones de los dos clubes que existen actualmente no dan respuesta a las necesidades" de la urbe. La primera de estas acciones que se desarrollará es la marina para megayates, cuyas obras han sido adjudicadas al consorcio Igy Marinas y Ocean Capital Partners. Rubio adelantó que el año que viene se empezarán a ver los resultados. 

A este respecto, el vicepresidente de Ocean Capital Partners, José Luis Almazán, señaló que la marina de yates de lujo del Puerto de Málaga pasará a denominarse Igy Málaga Marina, así como que formará parte de la "red global de Igy". De Igy Marinas, precisamente, destacó que se trata de la "primera gestora mundial en marinas para megayates", que actualmente gestiona 18 en 10 países, la mayoría de ellas en Estados Unidos y el Caribe. En la nueva instalación, de 800 metros lineales de atraque, podrán recalar embarcaciones de entre 20 y 30 metros de eslora y hasta 100 metros. 

Por otro lado, puso de relieve que este es un mercado "sorprendente", debido a que "es un mundo que crece de manera constante y al margen de los altibajos económicos". 

Puerto deportivo

En cuanto a la segunda acción, el Puerto espera que el pliego de condiciones que regirá el concurso se apruebe a mediados del próximo julio, a posteriori se celebrará el concurso, lo que implica la presentación de las ofertas y el estudio de las mismas. Si todo marcha según lo previsto, la institución espera que a finales de año o a principios de 2021 ya haya una empresa adjudicataria. Por otro lado, se calcula que las obras no se prolongarán más de dos años.

Se trata de un proyecto que ya se puso sobre la mesa años atrás, aunque sin éxito. El plan actual no difiere mucho del de entonces, de acuerdo con Rubio, en esencia mantiene los mismos parámetros de amarre (albergará entre 600 y 650 atraques) y edificabilidad, sin embargo sí que incluye cambios. "La principal modificación respecto al otro concurso es que ahora pasamos de un periodo concesional de 35 a 50 años, lo que mucho da más margen para rentabilizar la inversión", arguyó, a la vez que detalló que se ha realizado una "pequeña modificación para poder incrementar la superficie para las terrazas; con eso se hacen más atractivos todos estos locales". 

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