La playa de Las Catedrales, en la costa de Galicia, se deteriora a pasos agigantados. Análisis llevados a cabo por los expertos han concluido que “la gente está acelerando la destrucción del acantilado” y lugar donde perdió la vida una turista en Semana Santa por el impacto de una roca.
"Cada año pasan por la playa de As Catedrais cientos de miles de personas. Que haya habido solo una baja es una enorme fortuna", asevera para 'El País', el geólogo Juan Ramón Vidal Romaní. En un informe oficial entregado a la Xunta de Galicia seis meses atrás, ya advertía del peligro de desprendimientos en este arenal de Ribadeo (Lugo), sobre todo después de días de intensa lluvia.
“Los visitantes son el riesgo más grande. Hay un efecto llamada y la cosa se ha desmadrado”, afirma Vidal Romaní, director del Instituto Universitario de Xeoloxía Isidro Parga Pondal y catedrático de Geodinámica de la Universidad de A Coruña.
Y es que por el momento, en este paraje natural sólo se restringe el acceso durante Semana Santa y verano, con un tope de 4.812 personas al día, algo que los expertos consideran insuficiente. Para la conservación de la playa de Las Catedrales los científicos piden a las Administraciones un sistema de vigilancia permanente, que se faciliten cascos protectores para entrar en las cuevas donde falleció la turista y que se imponga una franja de separación de los taludes del acantilado.