El aeropuerto de Ibiza ha recibido, en los seis primeros meses del año, a 9.412 pasajeros de vuelos privados (jets y aerotaxis), un 8,7% más que en el mismo período de 2017, cuando llegaron 8.660. En la primera mitad de 2018, además, se han contabilizado 4.288 aterrizajes y despegues de este tipo de aeronaves, un 7,4% más que el año pasado, cuando se registraron 3.991.
Sin embargo, las cifras actuales han experimentado un crecimiento del 20,7%, con respecto al mismo intervalo de tiempo de 2016. Entonces, Ibiza acogió a 7.798 pasajeros y se contabilizaron 3.483 aterrizajes y despegues de estos vuelos, según datos de la central en Balears de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA).
Según ha informado Diario de Ibiza, el mes más positivo fue junio, con 1.917 aterrizajes y despegues y 4.524 pasajeros, lo que supone un incremento del 10,6% y del 12,5%, respectivamente. En mayo, primer mes de la temporada alta, el número de operaciones creció un 7,6% (1.666) y la llegada de viajeros un 17,2% (2.814).
No obstante, este crecimiento comenzó a notarse en el mes de abril, cuando se registraron 1.350 vuelos privados y el tráfico de 2.222 pasajeros. Incluso, en febrero hubo un aumento del 100% en este tipo de viajes (769), así como del 164% en la llegada de pasajeros (522), lo que pueden ser síntomas de la desestacionalización turística.
Todo ello, pese a que el aeródromo de Ibiza presenta problemas de espacio, por lo que estas aeronaves no pueden estacionar durante mucho tiempo en sus instalaciones y tienen que volar a aeropuertos cercanos como el de Palma (Mallorca) o Valencia hasta que sus clientes los llamen, problema que ya está siendo abordado por AENA.