El ‘boom’ turístico ha llegado hasta los alojamientos religiosos.Más de 300 monasterios y conventos, del total de 800 existentes en España, se han reinventado para subsistir tras la crisis de vocaciones y han comenzado a ofertar alojamientos que siguen la corriente de viajes ‘slow’, en los que la buena comida y la desintoxicación digital son los principales atractivos. El perfil más habitual del cliente es el de personas mayores de 40 años. Aunque algunos de estos alojamientos exigen recomendación, la mayoría de ellos admiten parejas