Santa Cruz de Tenerife quiere estar a la altura de otras grandes urbes como Madrid, Nueva York (Estados Unidos) o Tokio (Japón) y atraer un tipo de turista que vaya más allá del sol y playa y quiera disfrutar de una visita más cultural gracias al arte plástico. Y es que el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, y el presidente del Organismo Autónomo de Cultura, Santiago Díaz, han proyectado llevar al destino una cabeza gigante del autor Jaume Plensa.
La idea sería ubicarla en las inmediaciones del Auditorio Adán Martín, obra de otro reconocido artista, el arquitecto Santiago Calatrava, que se ha convertido en un aspecto esencial del skyline de la ciudad. Así lo ha hablado el equipo del Consistorio, quienes ahora se reunirán con otras administraciones en búsqueda de financiación.
“Lucir una de las cabezas gigantes de Plensa sería una oportunidad para convertirnos en un lugar de referencia para locales y visitantes, ya que las obras de este artista, que están en grandes ciudades alrededor del mundo y que parecen emerger del agua, son de gran riqueza cultural y atractivo internacional”, ha explicado el concejal de Cultura, Santiago Díaz, en declaraciones recogidas por Diario de Avisos.
No es la primera vez que la isla de Tenerife apuesta por la cultura como atractivo turístico. En 2021, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife junto al Cabildo insular firmaron un acuerdo con la presidenta del Museo Rodin de PArís (Francia) para abrir una exposición permanente dedicada exclusivamente al escultor Auguste Rodin.
Ejemplos en otras islas
Otras islas canarias también han tratado de atraer al turismo ampliando su oferta cultural. Es el caso de Lanzarote, cuyas aguas llegaron a albergar el primer museo de arte submarino de Europa, con trabajos del autor británico, Jason deCaires. Cerrado por el Cabildo en 2020, asociaciones de buceadores acusaron posteriormente a la institución insular de ir desmantelándolo poco a poco.
Por otro lado, la capital de la isla vecina, la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, muestra en sus calles numerosas esculturas del escultor grancanario Martín Chirino.