La Cumbre del Clima COP28, que se celebra en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre de 2023, ha vuelto a despertar la polémica. Mientras en ella se debate sobre qué medidas tomar en la lucha contra el cambio climático, incluyendo algunas que imponen exigencias a la aviación comercial, son muchos los asistentes que acuden al evento de Naciones Unidas en jets privados.
Según informa Cinco Días, al menos 100 aviones privados se desplazaron a Sharm el-Seij (Egipto) en 2022 y unos 118 lo hicieron en Glasgow (Reino Unido) en 2021. Este año aún no hay cifras absolutas, pero ya se conoce a algunos de los dirigentes que han hecho uso de la aviación privada — que causa entre 5 y 14 veces más emisiones de CO₂ por pasajero que un avión comercial—: el rey Carlos III de Inglaterra; el primer ministro británico, Rishi Sunak; el ministro brit de Asuntos Exteriores, David Cameron; el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez; o el magnate Bill Gates.
Más allá de estos nombres, se estima que viajarán a la Cumbre unas 70.000 personas, que producirán 210.000 toneladas de CO₂. Esto triplica, por ejemplo, la cifra de asistentes a Glasgow.
A todo ello se suma el recelo de que el país anfitrión sea un destacado productor de petróleo.