Tras la fuga de firmas del Mobile World Congress, previsto del 24 al 27 de febrero en Barcelona, debido a la crisis del coronavirus y al riesgo de contagio, la organizadora del evento, GSMA, se reunirá el viernes 14 de febrero para decidir si cancelan o no el congreso.
Según ha informado La Vanguardia, GSMA se reunirá en consejo general ordinario, que se celebrará en la ciudad condal. De acuerdo con fuentes de la organizadora, el encuentro estaba previsto para el próximo viernes antes de que estallara la crisis sanitaria.
Lo cierto es que varias empresas se han dado de baja del congreso, por el miedo que ha desatado el coronavirus. Estas son, el fabricante de circuitos integrados Intel; el chino Vivo; la multinacional Sony; la operadora japonesa NTT Docomo; el fabricante chino Umidigi; la compañía de software estadounidense Amdocs; la germana Gigaset; las telefónicas coreana y sueca LG y Ericsson; la fabricante de tarjetas gráficas Nvidia; y los gigantes estadounidenses Amazon, Facebook y Cisco.
Incluso, el Gremi d’Hotels de Barcelona comunicó el pasado lunes, 10 de febrero, que ya se han efectuado cancelaciones en las reservas hoteleras, aunque señaló que es pronto para ofrecer cifras. Por su parte, el investigador Oriol Mitjà consideró que había que aplazar el congreso, para evitar la transmisión de la enfermedad en la ciudad condal.
Todo ello, pese a que desde la organización del evento anunciaron estrictas medidas para evitar posibles contagios. Por ejemplo, se prohibió el acceso al congreso a las personas que hubieran estado en China los 14 días antes de la celebración del MWC, también a los procedentes de la provincia de Hubei, donde se originó el brote. Por otro lado, se anunció la medición de la temperatura, así como el reparto de mascarillas o el cambio frecuente de micrófonos.
El MWC, la mayor feria de telefonía del globo, batió su récord de asistencia en 2019, con 109.000 visitantes. Para este año, estaba previsto que acogiera a 110.000 personas y que registrara un impacto económico de 492 millones de euros, aunque en la actualidad las previsiones no son tan optimistas.