Víctor Sánchez, un emprendedor barcelonés de 31 años, presentó en el H&T Salón del Equipamiento y Alimentación para Hostelería y Turismo de Málaga una pajita comestible cuyo objetivo es revolucionar el mundo de la coctelería y acabar con la generación de residuos. El creador ha explicado que: “La idea es que cuando te bebas una copa no tengas que llevarte un plástico a la boca”.
La comercialización de estas pajitas, producto de la empresa Sorbos, comenzó hace seis meses y ya ofrece 7 sabores: jengibre, canela, limón, lima, manzana, fresa y neutro. Sánchez señala que estos aromas no se mezclan con los de las bebidas porque actúan “como una rodaja de limón”. Además de esto, estos novedosos artículos pueden personalizarse según los gustos del consumidor.
Para el emprendedor, el respeto al medioambiente es el futuro porque cree que todo lo que no sea reciclable, biodegradable o natural está destinado a desaparecer.