El artista y cómico Shahak Shapira ha decidido emprender un nuevo proyecto: el Yolocaust, con el que pretende denunciar que escenarios como el memorial del Holocausto de Berlín, por el que pasan cada día unas 10.000 personas, han dejado de ser un lugar para reflexión para convertirse en lugares para hacerse fotos o ‘selfies’.

 El artista, que ha decidido sustituir el fondo de estas fotos por imágenes de los campos de exterminio, explica en su página web que: “Ningun acontecimiento histórico se compara con el Holocausto. Es decisión tuya cómo debes comportarte en un sitio que conmemora la muerte de seis millones de personas”. 

La fiebre por compartir la foto perfecta en las redes sociales ha hecho que muchos monumentos pierdan valor como tal y se conviertan en improvisados sets de fotografía. Algunos museos, conocedores del peligro que este tipo de acciones pueden traer a sus instalaciones, prohiben los palos de selfie e incluso la toma de fotos con el fin de salvaguardar el patrimonio cultural. 

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