Los austríacos han decidido pasar sus vacaciones en casa, y es que las restricciones de viaje impuestas por el Covid-19 han convertido al turismo interior en la mejor opción. Michaela Reitterer, presidenta de la patronal hotelera austríaca ÖHV ha confirmado que el verano “ha superado todas las expectativas”, sin embargo, las cifras de pernoctaciones han mostrado que los destinos rurales se han beneficiado especialmente, mientras que los hoteles urbanos atraviesan una crisis. De hecho, durante el mes de julio, los hoteles de Viena registraron una caída del 73,3% de las pernoctaciones, mientras que en Salzburgo cayeron un 49,5%.
“En algunos casos estamos muy por encima de las expectativas y nadie está más satisfecho que nosotros”, explica a Traveller Online. Insiste en que los negocios en las regiones tradicionalmente más turísticas tienen que hacer frente a un gran desafío, y es que en este 2020 se han perdido 31 millones de pernoctaciones.
5 de los 9 estados del país han registrado descensos de dos dígitos: Baja Austria (-22,0%), Alta Austria (-16,7%), Salzburgo (-21,5%), Tirol (-14,3%) y Vorarlberg (-10,8%).
El reto del invierno
Se espera que las cifras de agosto sean similares a las de julio, aunque el mayor reto se presentará en otoño e invierno. Reitterer solicita por parte de las autoridades una mayor seguridad y previsibilidad y reclaman que se mantengan las reducciones de jornada para las empresas de turismo urbano y MICE. También recomienda que se aplique el IVA reducido del 5% a los servicios turísticos al menos durante el período navideño para incentivar los viajes internos.
Por último, recalca la importancia de que haya claridad con respecto a aforo de eventos en interiores y exteriores, teniendo en cuenta las principales atracciones turísticas invernales como son los mercados navideños y el esquí.