Los incidentes producidos en la final de la segunda Copa América celebrada fuera de Sudamérica —concretamente en el Hard Rock Stadium de Miami (Estados Unidos)— pueden tener consecuencias relacionadas con las visas. Y es que muchos de los cerca de 8.000 aficionados que se colaron en el estadio han sido identificados gracias cámaras biométricas.
La mayoría de personas que accedieron ilegalmente al campo eran de nacionalidad colombiana, ya que la final era disputada por Argentina y Colombia. Y, aunque la gran mayoría eran residentes en Estados Unidos o Canadá, muchos de ellos habían viajado al país norteamericano expresamente para ver los partidos de fútbol.
Ahora, según la información de Dallas News, estos actos podrían tener consecuencias muy graves como la revocación de visados o pérdidas de residencia. Incluso, en los casos más graves podrían llegar a haber deportaciones. De ser así, estas personas no podrían viajar de nuevo a Estados Unidos, ni siquiera por turismo, por un periodo que podría llegar a durar incluso 10 años. Esto supondría un golpe para la industria turística, ya que los colombianos se están convirtiendo en viajeros muy importantes para numerosos destinos.