Dublín se caracteriza por sus rutas, de entre las que destacan la de degustaciones de cervezas Guinness, la de pubs literarios o la del Trinity College. A la lista, se ha sumado una nueva mucho más cruda y de plena actualidad: la de la falta de vivienda.
Según ha informado Nation, la crisis de personas sin hogar en la capital irlandesa provocó el lanzamiento de esta ruta, que se practica a pie y está liderada por un guía que anteriormente no tenía hogar: Derek McGuire.
El recorrido se extiende a lo largo de 1,3 kilómetros e incluye las zonas donde McGuirse solía pasar la noche durante dos años, cuando perdió su casa en 2014, siendo una de ellas el histórico barrio The Liberties. También, pasa por diferentes albergues para personas sin hogar.
El recorrido dura 90 minutos y tiene un precio de 10 euros. En ella, el guía desvela consejos para la supervivencia de las personas sin techo, así como para que puedan salvaguardar sus pertenencias. A su vez, comparte anécdotas sobre los refugios, narra historias sobre la época de burdeles de The Liberties, sobre la epidemia de heroína o los denominados "cuatro rincones del infierno", cuatro populares bares por las peleas que tuvieron lugar en ellos.
El estudiante del Trinity College Tom Austin se sintió inspirado por este tipo de iniciativas, que también se han impulsado en ciudades como Mánchester, Londres o Viena, y la importó a Dublín. Allí, obtuvo el apoyo de la organización sin ánimo de lucro Dublin Simon Community, que reclutó a McGuire para ser el primer guía del proyecto. La intención es que el plan crezca y reclute a muchos guías 'sin hogar' más.
El número de personas sin techo se ha elevado a 10.000 en Irlanda, una situación que ha hecho reaccionar a los políticos y ha impulsado estas rutas turísticas, que tienen como objetivo la obtención de ingresos y reinserción por parte de las personas sin techo. McGuire recibió ayuda de la organización benéfica Merchants Quay Ireland, que le ofreció alojamiento temporal y compartido. Ahora, entiende el ejercicio de guía turístico como una "oportunidad" para contar su historia.