La recuperación del turismo británico en España (principal mercado emisor) genera dos vertientes: una positiva, los ingresos producidos, y otra negativa, la mala imagen generada por el habitual turismo de borrachera y excesos practicado por muchos de estos viajeros. Esta situación confronta, además, con la actual estrategia de la mayoría de destinos españoles, basada en el impulso del turismo de calidad y alto poder adquisitivo.

Según apunta Diario de Avisos, Reino Unido vuelve a ser el primer mercado emisor para España —tras suspenderse todo tipo de restricciones de viaje— y, actualmente, 1 de cada 5 turistas que acude a territorio español procede de las islas británicas.
 

Han vuelto, otra vez, los pesados de los turistas ingleses borrachos a dar por saco en los hoteles"


Sin embargo, y tal y como reconoce Germán Cabanillas, vigilante de seguridad en un complejo hotelero del sur de Tenerife, la vuelta de los viajeros británicos acarrea también borrachera y “broncas”. “Han vuelto, otra vez, los pesados de los turistas ingleses borrachos a dar por saco en los hoteles, montando broncas por la noche”, ha denunciado Cabanillas en su perfil de Linkedin.

A esta situación se suma el descenso en el gasto que realizan los viajeros de Reino Unido en España. Según el citado medio, están gastando de media un 12,2 % menos (1.226 euros) que en 2021 y están por debajo del promedio de gasto de los cuatro millones de turistas que visitaron el país en el mes de marzo (1.257 euros). Asimismo, se sitúan lejos (18 % menos)  de los 1.486 euros que desembolsan de media los viajeros el mercado nórdico (los de mayor gasto).