Greta Thunberg es una adolescente sueca que se ha convertido en abanderada de la vergüenza a volar, movimiento conocido como flygskam. Esta activista ha puesto el foco en las emisiones de gases de efecto invernadero que genera la industria aérea negándose a tomar un avión.

Según recoge The Economist, su mensaje ha conseguido calar en su país, donde este año se ha lanzado una campaña en redes sociales bajo el nombre “Flygfritt 2019” (No vuelo en 2019) a la que 4.500 personas se han unido asegurando que no tomarán un avión este año. El objetivo de los organizadores es llegar a los 100.000 adscritos en 2020.

De hecho, tal y como señalaba Tourinews, el tráfico de pasajeros en los principales aeropuertos suecos se ha reducido. Durante todos los meses de 2019, el número de viajeros ha sido inferior que en 2018, año en que las cifras se mostraron estables, mientras que en 2017 el crecimiento del tráfico fue reseñable.

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Si bien es cierto, que atribuir este descenso solamente al movimiento Flygskam es demasiado simplista, puesto que estas cifras coinciden con dos veranos calurosos en los que los suecos han preferido quedarse en casa para disfrutar de las temperaturas en lugar de desplazarse a destinos más cálidos. Está por verse si esta tendencia se mantiene una vez se produzcan períodos estivales más fríos en Suecia.