La isla de Maui, en el archipiélago estadounidense de Hawái, se encuentra sumida en un verdadero infierno por el efecto de un devastador incendio que ya se ha cobrado al menos 36 víctimas mortales, diversos heridos y desaparecidos, y ha obligado a evacuar a decenas de miles de personas. El efecto de los vientos provocados por el huracán Dora —a 800 kilómetros de distancia— y la sequía que sufre la ínsula en estos momentos han provocado la rápida propagación de las llamas.  

Según informa El País, Maui, que cada año es visitada por cientos de miles de viajeros, tiene varios focos activos de incendios forestales. Uno de ellos ha avanzado con tal rapidez y virulencia que ha arrasado la histórica y turística ciudad de Lahaina, antigua capital de Hawái, y ha obligado incluso a una docena de personas a lanzarse al mar para escapar de las llamas. El fuego ha cerrado carreteras y escuelas y ha obligado a movilizar a la Guardia Nacional para asistir en las tareas de rescate y sofoco. 

“Nunca nos imaginamos en este estado que un huracán que no ha tocado tierra en nuestras islas fuera a desencadenar este tipo de incendios descontrolados. Incendios que se han llevado por delante comunidades, que se han llevado por delante negocios, que han destrozado hogares”, ha apuntado la vicegobernadora de Hawái, Sylvia Luke, en rueda de prensa. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha enviado sus condolencias a las familias de los afectados y ha pedido a los residentes en las zonas afectadas que obedezcan las órdenes de evacuación, a través de un comunicado de la Casa Blanca.