Ya es una realidad, tras dos años de rumores y especulaciones, Suecia ha aprobado el pago de una tasa medioambiental para todos aquellos vuelos que despeguen o que aterricen en el país.
Según señala el diario sueco ‘Travel News’ el anuncio lo ha realizado Isabella Lövin, ministra de Cooperación Internacional para el Desarrollo y Clima. El país escandinavo impondrá un gravamen por pasajero de 60 coronas suecas (6 euros) a los vuelos con la Unión Europea y de 400 (39€) para las conexiones de larga distancia.
Según un estudio elaborado por el gobierno sueco, se cree que dicho impuesto reducirá el número de vuelos en el país, algo que puede afectar al número de conexiones disponibles y, por tanto, a la llegada de suecos a otros países. Cabe destacar que, según datos de Turespaña, el país recibió 1.984.064 suecos en 2016. Canarias (con el 29% de la cuota de mercado), Baleares (20%) y Andalucía (18%) son sus principales destinos.
Sin embargo, estas tesis son rebatidas por los expertos, que creen que serán las compañías aéreas las que asuman los costes, reduciendo su margen de beneficios o que trasladen el tráfico internacional desde el Aeropuerto de Arlanda a Kastrup (Dinamarca) y Helsinki (Finlandia).
Por el momento, el primer paso lo ha dado Scandinavian Airlines, que ha decidido añadir el coste adicional a los billetes. Es decir, los pasajeros pagarán más por volar.