Los viajes de larga distancia en autobús son muy populares en Alemania, tanto es así que existen touroperadores especializados en viajes en autocares a destinos urbanos como Barcelona o Madrid. Sin embargo, cada vez es más caro para los germanos optar por este modelo.
Según un estudio del instituto Iges, citado por el medio Frankfurter Allgemeine, cada pasajero pagó en abril una media de 10,2 céntimos por kilómetro, un 4% más que el mismo mes del año pasado. El incremento es aún mayor si se tiene en cuenta que en 2015 el precio medio era de 8,6 céntimos.
Desde el instituto de análisis sostienen que las compañías de autobuses están incrementando sus ingresos pero que dicho crecimiento tiene límite. Y es que más allá de la competencia que suponen las aerolíneas de bajo coste, el principal competidor de los autocares son los ferrocarriles. En este sentido Deutsche Bahn está llevando una política de ofertas agresiva durante el verano.
Cabe mencionar que el mercado alemán de autobuses de larga distancia está dominado por la compañía Flixbus.