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Ocho británicos a juicio por las falsas intoxicaciones en hoteles de Mallorca

Estafa agravada y organización criminal. Son los delitos por los que serán juzgados la pareja de hermanos Laura y Marc Cameron, junto a otras seis personas, que habrían montado una estructura para denunciar de forma sistemática falsas intoxicaciones alimentarias en hoteles de Mallorca. 

El procesamiento emitido por el juzgado de Instrucción número 2 de Palma (Mallorca) estima que los acusados se habrían embolsado más de 200.000 euros en indemnizaciones durante su periodo de actividad ilícita, ocasionando pérdidas millonarias al sector hostelero de la isla. 

Así, la banda criminal se habría dedicado a contactar con turistas británicos alojados en alojamientos mallorquines de todo incluido, "a los que convencían para que, en un formulario elaborado por ellos, hicieran constar falsariamente que habían estado enfermos durante su estancia y así poder reclamar una indemnización económica en Reino Unido", según afirma el escrito judicial al que ha tenido acceso el diario Última Hora.

Los hermanos Cameron formaron la entidad Elite Project Marketing SL para enviar los datos a despachos de abogados de Reino Unido, y habrían contratado a varias personas para realizar la captación de los datos personales de los turistas.

Una vez el viajero accedía a rellenar el falso informe, guiaban a los "falsos afectados" a ofrecer datos que permitieran vincular la ingesta alimentaria en los hoteles y la supuesta intoxicación derivada de la misma, "así como los pasos que debían seguir una vez regresaran al Reino Unido", reza el documento judicial. Finalmente, cuando los turistas recibían su dinero, la banda cobraba un porcentaje de la mencionada reclamación.

El fraudulento negocio se habría basado en la permisividad de la justicia británica en esta materia, que solicitaba escasas pruebas sobre las supuestas dolencias e intoxicaciones. Asimismo, las touroperadoras afectadas preferían pagar las indemnizaciones y evitar asumir los costes elevados de los pleitos. Por último, estas touroperadoras pasaban factura a los hoteles en los que se habían "intoxicado" los denunciantes.  

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