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Mil millones de turistas en el mundo demandan destinos accesibles

Las preocupaciones de las personas con discapacidad a la hora de hacer un viaje son comunes en muchos lugares del mundo: llegar a un aeropuerto sin señalización apropiada, tomar un autobús con escalones altos o ir a un restaurante solo iluminado por una luz tenue que dificulta la lectura del menú, entre otras.

Según ha publicado ‘El País’, alrededor de 1.000 millones de personas en el mundo presentan alguna forma de discapacidad, ya sea motriz o de otro tipo. Por lo tanto, este grupo se convierte en la minoría más grande del mundo. A esto habría que sumarle las personas de la tercera edad, mujeres embarazadas, celíacos, padres con niños pequeños, individuos de baja estatura y personas accidentadas o temporalmente lesionadas que también ven su movilidad reducida.

En España, concretamente en la ciudad de Ávila, ha sido declarada la primera Ciudad Europea de la Accesibilidad en el año 2011, lo cual ha incentivado notablemente la industria turística. El progreso, en cuanto a accesibilidad ha mejorado notablemente la vida tanto de turistas como de habitantes.

En el caso de Latinoamérica, Uruguay es el país que más turistas recibe respecto a su población, no sólo por la oferta de playas, campos o ciudades coloniales, sino también porque el gobierno, en conjunto con la sociedad civil y las empresas, trabaja para profundizar la accesibilidad al turismo de personas con discapacidad.

“Un turismo para todos no es un turismo especial, por el contrario, significa abrir la oferta turística, realizando las intervenciones y adaptaciones necesarias que garanticen la accesibilidad para todo tipo de usuarios. Implica diversificación de la oferta, pero, fundamentalmente, inclusión”, ha explicado Liliam Kechichian, ministra de Turismo de Uruguay.

Según los expertos internacionales Neumann y Reuber, la accesibilidad a los servicios es imprescindible para el 10% de la población, necesaria para el 40 % y cómoda para el 100%. No solamente se beneficia el turista, sino que también favorece a los ciudadanos: una ciudad amable con sus habitantes va a serlo con todos sus visitantes.

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