El Gobierno de Reino Unido está considerando recortar la cuarentena para los pasajeros que lleguen al país. El Ejecutivo se abre a esta posibilidad después de que numerosos líderes empresariales hayan advertido sobre el daño a la economía que causa la medida.
Varios parlamentarios y empresarios turísticos han advertido al Primer Ministro, Boris Johnson, de que la obligación de aislarse durante 14 días para aquellos que regresan al país desde las zonas no consideradas como seguras está llevando a las compañías de viajes y aerolíneas al borde de la quiebra.
Los detractores recalcan que la cuarentena está paralizando el comercio y el turismo y poniendo en peligro la recuperación económica, ya que, además de las aerolíneas, empresas de otros sectores se están viendo afectadas. Por ejemplo, Rolls-Royce, que fabrica motores de avión, podría despedir a 3.000 empleados y el gigante TUI advierte de que 8.000 puestos de trabajo en todo el mundo podrían verse afectados.
Una de las opciones que podría estar barajando el Gobierno británico es la de realizar pruebas a los ocho días de la llegada al país, según informa el diario británico “The Daily Mail”. Otra solución podría ser el lanzamiento de una “prueba de infecciosidad” anunciada por Johnson a los diputados conservadores, que detectaría, no solo la presencia del virus, sino si existe peligro de contagio.