El Gobierno de Reino Unido estaría dispuesto a todo con el objetivo de, entre otras cosas, salvar las vacaciones de Navidad de muchos ingleses. El nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, ha amenazado con cortar de raíz las huelgas convocadas para finales de año y que afectan, entre otros sectores, a la industria de los viajes.
Y es que a varios gremios que han convocado sus respectivas huelgas, se han sumado los agentes fronterizos, encargados del control de pasaportes para salir del país, de los principales puertos y aeropuertos, como Heathrow, Gatwick, Birmingham, Cardiff, Glasgow, Manchester y Newhaven.
Si desde que se hizo efectivo el Brexit las colas y esperas en los controles fronterizos eran el día a día de los aeropuertos, ahora los paros convocados para los días entre el 23 y 26 de diciembre y entre el 28 y 31 de diciembre daban la puntilla. Incluso la ministra de Interior de Reino Unido, Suella Braverman, llegó a recomendar a los británicos no viajar durante esas fechas.
No obstante, el primer ministro británico está dispuesto a todo para detener la práctica paralización del país. Además de dar nuevas funciones a la policía y mostrarles todo su apoyo para “actuar con decisión para reprimir las protestas ilegales”, el pasado lunes, reunió a su gabinete de crisis para aprobar el uso de personal militar para sustituir en sus funciones a los trabajadores en huelga. En un comunicado al que ha tenido acceso The Guardian, el Gobierno ha detallado que movilizará a un total de 600 soldados y 700 funcionarios del llamado Equipo de Respuesta Rápida para desastres y emergencias.
Aun así, la web oficial del Ejecutivo advierte de llegar con suficiente antelación a los aeropuertos debido a posibles retrasos.