El boom de reservas pospandemia se acabó y, si en un primer momento, las ansias de viajar eran más poderosas que la inflación; una vez acabado el denominado "efecto champán", ahora los clientes se muestran más sensibles a unas tarifas que se han disparado.
"Los consumidores están siendo un poco más frugales, un poco más cautelosos", ha destacado Neil Sorahan, director Financiero de Ryanair, en declaraciones recogidas por BBC. Agregó que después de dos años de crecimiento en la demanda de viajes, “hay un poco de resistencia”. Habida cuenta de ello, desde la 'low cost' esperan que este verano los precios sean mucho más bajos que el pasado.
De hecho, la compañía ya se ha visto obligada a ofrecer descuentos entre abril y junio de 2024, con unas tarifas promedio un 15% por debajo del mismo período del año anterior. Esto se ha traducido en una merma en los resultados de Ryanair, con un descenso de las ganancias antes de impuestos del 46% (pasando de los 476 a los 408 millones de euros) en el segundo trimestre de 2024.
"Las tarifas ahora están bajando sustancialmente en comparación con el año anterior y los precios… continúan deteriorándose”, ha apostillado Michael O'Leary, CEO del grupo Ryanair, conformado por la aerolínea homónima, Buzz, Lauda y Malta Air.
Por el momento, la lectura de los mercados financieros es que el sector de los viajes tiene una difícil perspectiva por delante debido a la reducción de los presupuestos familiares. De hecho, tanto Ryanair como otras ‘bajo coste’ han registrado caídas en Bolsa, también lastradas por los problemas informáticos registrados el pasado viernes a nivel global.