Tras vivir una recuperación meteórica tras la pandemia, el efecto champán se está acabando y la industria “ha tocado techo”, así lo alertan desde la Asociación Suiza de Viajes (SRV).
Su presidente, Martin Wittwer, afirma que vienen de vivir un “invierno muy bueno, con más ventas que en los mejores tiempos”; sin embargo, “en términos de verano, ya se ha tocado techo”.
Cree que esto se debe a que las familias con niños se están mostrando especialmente reticentes a reservar vacaciones de verano tras verse impactadas por la alta inflación general, el aumento de las primas de los seguros médicos y las subidas de los alquileres.
“Las familias en particular todavía dudan a la hora de gastar su dinero”, destaca y, por ello, la sensibilidad a los precios es más fuerte y esto puede hacer que las vacaciones se aplacen a otoño a la búsqueda de gangas. “Ahora la gente piensa más en cómo gasta su dinero. Prestan más atención a si existen otras ofertas con una mejor relación calidad/precio”.
Wittwer revela que España está siendo el destino más demandado, con Mallorca a la cabeza. Grecia y Turquía también están generando un gran interés. En lo que respecta a larga distancia destaca Tailandia.