Una pregunta tiene intranquila a toda la industria de viajes alemana: ¿Puede salvarse la temporada de verano? No se trata de una cuestión baladí puesto que de la temporada estival, la de mayor volumen de ventas, depende la supervivencia de los touroperadores y las agencias de viajes.
El diario FVW organizó una mesa redonda en la que han participado algunos de los principales representantes de la industria germana como Thomas Bareiß, comisionado de Turismo del Gobierno Federal; Markus Orth, director de Lufthansa City Center; Michael Frenzel, presidente de la Asociación Federal de Turismo en Alemania (BTW); Marek Andryszak, CEO de TUI Deutschland; Jörg Rudolph, presidente para Alemania de Costa Cruceros; Dominik Faber, CEO de CHECK24; Cornelius Meyer, directivo de Best Reisen; y Thomas Bösl, portavoz de Quality Travel Alliance (QTA).
Todos llegaron a una única conclusión común: si no se salva aunque sea cierta parte de dicha temporada, el resultado será dramático. Y muchos temen que este escenario es el más posible puesto que incluso aunque los casos de infección por Covid-19 en Alemania parasen en las próximas semanas, la recesión económica, las reducciones de jornada y la fuerte incidencia de la pandemia en los principales destinos de viaje como España, Italia o Estados Unidos, complicarían el verano.
A todo ello se suman que muchas familias con niños no podrán viajar porque los alumnos tendrán que compensar las clases que se han perdido.
“Nos esperan semanas y meses difíciles por delante”, aventura Orth. Frenzel concuerda afirmando que las restricciones de viaje se pueden prolongar muchos más meses y exigiendo mejoras en el paquete de ayudas anunciado por el Gobierno Federal Alemán.
Y es que todos los expertos pronostican que las 11.000 agencias de viajes y los 2.500 touroperadores alemanes no sobrevivirán este golpe. Es más, incluso las compañías online, que destacan por tener una estructura de costes más ligera, también se verán dañadas. A la lista de damnificados suman las compañías receptivas en destino y muchos hoteleros que actualmente permanecen cerrados.
Thomas Bösl hace hincapié en que las agencias han salido doblemente dañadas porque han perdido tanto las ventas, como las comisiones, sin embargo, está convencido de que sobrevivirán.
Andryszak se muestra relativamente más optimista y sostiene que “pueden retomar el negocio relativamente rápido” porque toman decisiones integradas con respecto a ventas, aerolíneas y hoteles. Apuesta además porque la segunda mitad del año será positiva y que sigue habiendo interés en viajar con un 90% más de visitas en su web en comparación a momentos de normalidad.