Una parte del ala de un avión de KLM Royal Dutch Airlines estuvo a punto de causar una desgracia tras despegar del aeropuerto Internacional de Kansai, en Osaka (Japón) el sábado.
La pieza, que pesaba más de 4kg, impactó contra un coche y lo destrozó tras separarse del ala del Boeing 777 que transportaba más de 300 pasajeros a bordo.
En un comunicado la compañía ha compartido que lamenta el incidente y ha anunciado que ha iniciado investigaciones para determinar su causa. Además han añadido que están “en contacto con las autoridades japonesas de aviación civil y Boeing”.