Después de numerosas especulaciones y casi seis años después, ya se conocen las causas del accidente del avión de EgyptAir que se cobró la vida de 66 personas. El vuelo MS804 se estrelló el 19 de mayo de 2016 en el Mediterráneo, cuando cubría la ruta entre París (Francia) y El Cairo. Originalmente, se barajó entre las posibles causas un atentado con explosivos o problemas de mantenimiento; sin embargo, en las conclusiones finales se ha impuesto la hipótesis que apuntaban las grabaciones de la caja negra: el accidente fue consecuencia de un incendio a bordo, porque los pilotos estaban fumando.

De hecho, tal y como destaca Il Corriere della Sera, que ha tenido acceso a un informe de 145 páginas elaborado por los expertos franceses encargados de la investigación, el incendio se originó a causa de una fuga en la máscara de oxígeno del copiloto que prendió debido a un cigarrillo que fumaba uno de los dos ocupantes de la cabina —no se ha podido establecer si era el comandante o el segundo oficial—.

Ahora, este expediente ha sido trasladado a la Corte de Apelaciones de París, que investiga un posible delito de “homicidio sin premeditación”.

Un golpe al turismo egipcio


Este accidente supuso un duro castigo para Egipto, cuya imagen internacional se vio de nuevo golpeada, ya que se trataba del segundo incidente aéreo con víctimas mortales que sufría en menos de dos años. Cabe recordar que el 31 de octubre de 2015 una bomba derribó un avión de pasajeros de la aerolínea Metrojet en el desierto del Sinaí dejando 224 fallecidos.