Una nueva expedición espacial a la Luna tendrá que esperar. El séptimo vuelo de prueba de Starship, el megacohete de la compañía SpaceX de Elon Musk destinado a viajar a la Luna, fracasó, obligando al desvío de algunos vuelos. Concretamente, la nueva versión de la nave explotó sobre las aguas del Caribe —a 143 kilómetros de altura— cuando salía al espacio tras su despegue desde la base de Boca Chica (Texas, Estados Unidos).
 


La explosión de la Starship dejó un destello en el cielo que podía verse desde varios puntos del Caribe y sus islas, entre ellos, el norte de República Dominicana. Asimismo, algunos aviones que sobrevolaban las Antillas tuvieron que desviar su trayectoria para no ser alcanzados por la lluvia de restos de la nave que comenzó a caer desde el cielo, tal y como informa El País.
 


Para más dolores de cabeza para Musk, la Agencia Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos podría abrir una investigación sobre SpaceX en relación con el accidente, lo que podría conllevar la paralización de nuevos ensayos y vuelos de prueba. Por el momento, desde la agencia ya han asegurado que están analizando “la anomalía ocurrida” y que pronto actualizarán su informe respecto a las pruebas de SpaceX.