La población de la isla colombiana de San Andrés, ubicada en el Caribe, ha pasado de la conmoción a la agitación tras la muerte de un turista italiano por el ataque de un tiburón tigre. Después del suceso, que tuvo lugar el pasado viernes, los isleños se están organizando para dar caza al animal, que pertenece a una especie protegida en el país.
Piden a las empresas turísticas de la isla que dejen de arrojar comida al mar
A pesar de que la caza de este animal esté prohibida en Colombia desde 2008, a través de redes sociales se han difundido una serie de vídeos de batidas en busca del escualo con el objetivo de matarlo. De hecho, durante el fin de semana uno de estos grupos ya ha matado a otro tiburón nodriza, una especie diferente al que acabó con la vida del turista, además de ser completamente inofensiva, de acuerdo con los expertos de la Corporación Coralina (entidad pública medioambiental).
Las sanciones por caza o pesca ilegal en Colombia pueden ascender a 35.000 salarios mínimos legales vigentes en el momento, lo que ahora mismo supondría más de 916.500 dólares, además de una pena de cárcel de 48 a los 108 meses.
Las asociaciones ecologistas de la zona han solicitado colaboración internacional para tratar de alejar a los tiburones de las playas habilitadas para el baño. Asimismo, piden a las empresas turísticas de la isla —como clubes de buceo— que dejen de arrojar comida al mar para atraer a estos animales para que los turistas se hagan fotos.