Boeing está afrontando una crisis después de que en apenas cinco meses dos aeronaves de la serie 787 MAX sufrieran accidentes provocando la muerte de más de 350 personas. Actualmente su flota, compuesta por más de 400 aviones, permanece en tierra generando serios aprietos para las aerolíneas. Ahora se le suma la preocupación con respecto a los 787, más conocidos como Dreamliner.
Según destaca el portal Simple Flying, el pasado 29 de marzo se produjo un incidente con una aeronave de este tipo perteneciente a la aerolínea australiana Jetstar. Tal y como informó el gobierno de Japón, el avión, que cubría el trayecto entre Cairns y Kansai, se disponía a efectuar la aproximación al destino cuando se detectó una disfunción en sus dos motores.
Esta situación podría haber provocado un “accidente grave”, destaca el ejecutivo nipón. No obstante, el piloto consiguió salvar la situación y tomar tierra de forma segura.
Por el momento, las autoridades están inspeccionando el aparato para detectar el origen del fallo.
Segundo fallo de estas características en Japón
La administración japonesa está especialmente preocupada puesto que no es la primera vez que se produce una situación similar. El 17 de enero de este mismo año los motores del Boeing 787-8 Dreamliner de All Nippon Airways (ANA), con matrícula JA825A, se apagaron durante el aterrizaje en el aeropuerto de Osaka.
De hecho, desde 2018 parte de la flota mundial de los dreamliner ha permanecido en tierra por culpa de fallos registrados en los motores Rolls Royce Trent 1000, cuyas turbinas muestran signos de corrosión. No obstante, los Rolls Royce no son los causantes de este último incidente en Kansai, puesto que el avión portaba motores General Electric GEnx-1B64.