Un grupo de once personas es juzgado desde este lunes por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas por conformar una organización que, presuntamente, estafó a más de un millar de turistas en Canarias, concretamente en las islas de Gran Canaria y Tenerife.

Según relata La Provincia, en el proceso, que está previsto que se prolongue hasta el 19 de julio, se juzgarán posibles delitos cometidos en 2016. En concreto, la Fiscalía apunta que se creó una red en la que participaban taxistas, vendedores de artículos tecnológicos o agentes inmobiliarios. Al parecer, los acusados obtenían las tarjetas de crédito de ciudadanos extranjeros que se encontraban de visita en el Archipiélago y simulaban compras de bienes o servicios utilizando terminales de punto de venta (TPV).

Muchos de estos dispositivos fueron obtenidos de forma fraudulenta, fingiendo ante las entidades bancarias realizar una actividad económica que requería de su uso, mientras que otras fueron aportadas por empresarios que, a cambio, cobraban una comisión. Según el escrito de la acusación, se captaba a turistas que estaban a punto de regresar a su país de origen y se les ofrecían productos y bienes a precios ventajosos. Cuando se producía la venta, se pasaba varias veces las tarjetas de crédito por las terminales alegrando problemas de funcionamiento y la víctima solo era consciente de dichos cobros una vez regresaba a su país.

El Ministerio Público solicita penas de entre dos y ocho años de cárcel y una indemnización de 610.043 euros para la empresa la Sociedad Española de Medios de Pago (Servired), perjudicada cuando los titulares de las cuentas cancelaban las operaciones.