Un avión Airbus A321 271N de la compañía rusa S7 Airlines que cubría la ruta Magadán-Novosibirsk, en concreto el vuelo S7 5220, logró realizar un aterrizaje de emergencia después de sufrir la congelación de sus motores y perder el piloto automático.
Según Kommersant, y por los datos de la caja negra, el avión se balanceaba de un lado al otro con inclinaciones que alcanzaban los 47 grados, también el morro del avión perdía la horizontal unos 45 grados y cayendo 2500 metros de altura.
En un cambio total de rumbo de 180º se dirigió al aeropuerto de Irkutsk, donde aterrizó de emergencia, ningún pasajero precisó asistencia médica. El vuelo llevaba 199 pasajeros y 7 miembros de la tripulación.
Al parecer la investigación, según Kommersant, se centra en la calidad del líquido regriferante usado por los empleados del aeropuerto y del que las muestras obtenidas de los restos que quedaron en el asfalto, concluyen que usaron una versión más barata que normalmente se usa para los coches.