La familia del bañista que murió en Sanxenxo (Pontevedra) el pasado viernes, tras ser arrollado por una lancha ligera, ha anunciado que emprenderán medidas legales para el incidente sea declarado como un “asesinato colectivo”.
Consideran que no se puede hablar de un accidente o negligencia y apuntan que “es responsabilidad de quien conduce el barco y de los que permiten que vayan a esas velocidades por zonas en las que se baña la gente”. Creen que emprendiendo la vía judicial lograrán que mejoren las condiciones de seguridad en las playas y zonas de baño.
Según informa El Mundo, Juan Manuel Tábara se encontraba nadando a unos 170 metros de la costa en la playa de Silgar, haciendo uso de un traje de neopreno, un reloj GPS y una boya, cuando fue golpeado por una embarcación que navegaba a gran velocidad. La zona delimitada para bañistas se fija hasta 200 metros de la playa, sin embargo, esto no está indicado con balizas, por lo que es común que vehículos acuáticos crucen su camino con el de los bañistas.
"Nadie nos devolverá a Juan, pero el mejor homenaje que le podemos hacer es que no se vuelva a repetir algo así”, afirman los familiares, que piden que "se depuren responsabilidades" y que se adopten en las playas "medidas físicas" de protección.