Las autoridades de Nueva Zelanda han decidido prohibir a los turistas nadar junto a los delfines nariz de botella por el fuerte impacto que la presencia de humanos genera en estos animales.
Según informa BBC News, un análisis del departamento de conservación natural del país austral han demostrado que las interacciones con estos cetáceos tienen “un impacto significativo” en sus hábitos de descanso y alimentación.
Hasta ahora, numerosos visitantes acudían a la bahía Bay of Islands, en el norte de la isla de Nueva Zelanda, para bañarse junto a estos divertidos mamíferos. Sin embargo, esta práctica ha provocado una reducción en la población de estos animales. Desde 1999 a la actualidad ha disminuido un 66% el número de delfines que visitan de forma frecuente dicho enclave.
La investigación también muestra que los delfines en la bahía tienen una tasa de mortalidad de sus crías del 75%, la mayor en el mundo incluso teniendo en cuenta a aquellos delfines criados en cautiverio.
Ante esta situación de alarma, el pasado mes de julio entró en vigor la norma que prohíbe nadar junto a ellos y que limita a los touroperadores que tienen licencia para realizar actividades en el agua a la mañana o la tarde. De esta forma creen que garantizarán un período de tiempo en el que los delfines pueden descansar de los humanos.