Instagram se ha convertido en un factor determinante a la hora de elegir los destinos a visitar. Incluso, un estudio elaborado por Schofields Insurance determina que el 40,1% de los británicos, de entre 18 y 33 años, preparan sus viajes, en función de cómo quedarán sus fotos en esta red social.
También se ha convertido en un generador de tendencias. Si se suma esto con lo otro, se obtienen modas tan inauditas como la actual: fotografiarse desnudo, de espaldas, contemplando un paisaje de ensueño. Así, las posaderas de los retratados compiten en “atractivo” con los espacios naturales.
Los protagonistas de este tipo de instantáneas no eligen cualquier escenario para inmortalizar sus traseros. En la mayoría de los casos, se trata de parajes naturales vírgenes de gran belleza, como el monumento nacional de Colorado, las Glamis Dunes (California), la Laguna Humantay en Salkantay (Perú) e incluso las cristalinas aguas de Ibiza.
Algunas voces apuntan que este movimiento tiene como objetivo alinearse con la naturaleza que ofrece el paisaje, así como mostrarse libre en estos increíbles enclaves. Otros, señalan al “dios” postureo como el responsable de esta tendencia.
La iniciativa fue impulsada por la cuenta de Instagram Cheeky Exploits, que hoy en día aglutina todo un álbum de fotos de traseros que preceden a parajes de cuento.
