Temperaturas bajo cero, aceras que resbalan por el hielo, cafeterías llenas de gente que se resguarda del frío... Parece que para disfrutar de las fiestas que se avecinan no queda más remedio que enfundarse en el abrigo. Sin embargo, cada año son más los españoles que deciden romper con la tradición, llenar la maleta de ropa ligera y huir por estas fechas en busca del sol.
Según datos de la agencia de viajes online Rumbo, las reservas para pasar las navidades en destinos cálidos han aumentado este año un 20% con respecto al mismo periodo de 2016. Marruecos es el más reservado, y le siguen Tailandia, México e Indonesia.
Estos son los diez destinos cálidos más reservados por los españoles para viajar por Navidad:
- Marruecos (30%)
- Tailandia (20%)
- México (14%)
- Indonesia (9%)
- Filipinas (7%)
- Cuba (6%)
- Kenia (5%)
- Singapur (4%)
- Nicaragua (3%)
- Seychelles (2%)
Además, comparando los datos de reservas de este año con el mismo periodo de 2016, se observa cómo algunos destinos se están poniendo de moda para pasar estas fechas lejos de la nieve. Es el caso, por ejemplo, de Indonesia, cuyas reservas han aumentado un 26% este año, Filipinas (+11%), Kenia (+43%) o Nicaragua (+16%).
En cuanto al tipo de turista que elige estos países de clima más cálido, la mayoría son parejas sin hijos (40%), y entre sus destinos favoritos se encuentran Abu Dhabi, Cancún y Río de Janeiro, con una pernoctación media de 7 noches.
Y a pesar de que Nueva York sigue siendo el destino más reservado por las familias con niños que viajan por Navidad, cada vez son más las que deciden cambiar las tradicionales pistas de patinaje sobre hielo por juegos en la arena en pleno mes de diciembre; las familias con niños protagonizan este año un 15% de las reservas a destinos de sol y playa.
Ya por último, también es significativo el número de españoles que viajan en solitario durante las fiestas navideñas a este tipo de destinos; a ellos les corresponde otro 16% de las reservas. Una señal de que algo está cambiando en nuestra forma de disfrutar de las últimas vacaciones del año, y de que celebrar la Navidad no significa necesariamente pasar frío.