No todo son luces en París. En la cuna de la ‘libertad, igualdad y fraternidad', tres décadas después de erradicar los barrios de barracas, aún existe en el boulevard Ney, una ‘bidonville’ (campamento de chabolas) instalada en una vía de tren abandonada en la entrada de la ciudad. 

Imagen el País

Barriada en París. Imagen El País

Allí conviven niños o ancianos que piden limosna para sobrevivir entre basura y ratas. De las 16.000 personas que viven en estas condiciones, un tercio son menores. La mayoría son inmigrantes. 

En una ciudad como París, donde los extranjeros acostumbran a toparse con el derroche y el lujo, contrasta la pobreza, que ahora podría convertirse en el nuevo reclamo turístico por excelencia. No sería la primera ciudad que aprovecha las malas condiciones en las que vive parte de su población. Alrededor del mundo existen diversos casos del éxito turístico de la miseria. 

Favelas en Río de Janeiro
En la ciudad brasileña hay cientos de favelas en las que vive el 20% (un millón de personas) de sus habitantes.

En los años anteriores a la Copa del Mundo de Fútbol de 2014 comenzaron a popularizarse las visitas turísticas a las barriadas, aunque mucho antes el Gobierno las había implantado como plan de revitalización para que sus habitantes obtuvieran ingresos y se pudieran crear escuelas, talleres y centros de formación profesional. 

Favela Rocinha

Favela Rocinha

Marcelo Armstrong fue el pionero en los tours en favelas de Río. Con su empresa Favela Tour visita las de Vila Canoas y Rocinha, la más grande del país y escenario de rodaje de la película ‘Ciudad de Dios’. En ella viven cerca de 80.000 personas y está situada entre dos barrios ricos: Gavea y Sao Conrado. 

Las favelas se han convertido en un icono de la ciudad. Sin embargo, el interés de los turistas por conocer estas zonas ha decrecido en los últimos años después de los ataques de los que han sido víctimas algunos visitantes. El año pasado un turista fue asesinado al extraviarse y entrar en un área controlada por narcotraficantes. 

Barrios de Camboya 
El interés por la forma de vida del país ha hecho que cada vez más turistas pidan a las agencias de viajes conocer los escenarios de pobreza. Esto ha propiciado que los operadores incluyan en sus programas la opción de visitar barrios marginales e incluso, alojarse en una de sus viviendas durante una noche. 

Tren del bambú

Tren del bambú

El ‘tren del bambú’, formado por vagonetas que recorren la vía férrea abandonada que unió las ciudades de Ohnom Penh y Battambang cuando está en activo, invita a conocer las condiciones de las aldeas campesinas. 

Además de esto, los que se aventuran en las aguas del Río Mekong pueden encontrarse con algunas de las 200 aldeas flotantes en las que sobreviven miles de familias en la más absoluta pobreza. Los desamparados constituyen un tercio de la población de la nación. 

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Los slums de la India 
Los slums o chabolas en la India son un ‘atractivo’ turístico que llama la atención de una enorme cantidad de extranjeros cada año. En Nueva Delhi, la colonia de Sanjay cuenta con cerca de 45.000 personas que sobreviven pidiendo limosna y ahora, del dinero que recaudan haciendo de guías para los turistas en el barrio. Una visita cuesta unos 10 euros por dos horas de recorrido. 

Slum en Bombay

Slum en Bombay

De hecho, la empresa Reality Tours & Travel ofrece tours para grupos de seis personas con doble intención: donar el dinero para educar a los habitantes de estas zonas y cambiar la idea preconcebida que se tiene de estos lugares. 

Las visitas aumentaron después del estreno de Slumdog Millonaire en 2009, basada en la historia de un joven de origen humilde que gana un millón de euros en el programa ‘¿Quién quiere ser millonario?’

Rutas culturales en Sudáfrica 
En el país africano existen cada vez más empresas que visitan los guetos pobres bajo el nombre de ‘rutas culturales’. 

Las 34 barriadas de Soweto, en Johannesburgo, se han convertido en auténticos museos. Los habitantes se han acostumbrado a la visita de los extranjeros y se dejan tomar fotos mientras enseñan sus ‘modestas’ casas. 

Soweto

Soweto en Sudáfrica

En los años 40 del siglo pasado, el gobierno obligó a todas las personas de raza negra que abandonaran sus casas en las ciudades y los envió a los barrios de chabolas. Se les entregó una tarjeta de identificación a modo de pasaporte para poder entrar en la ciudad, pero la tenían que abandonar antes de las seis. Cabe destacar que el 85% de la población de la nación es negra. 

Uno de sus puntos de interés es la casa donde residió Nelson Mandela. También son visitados con asiduidad los diferentes escenarios del levantamiento de los estudiantes en junio de 1976 en contra de la imposición del gobierno para usar el ‘afrikaans’ en lugar del inglés como primera lengua en la enseñanza. 

Pobreza que genera riqueza

Y así es como lugares donde la gente lucha por sobrevivir se han convertido en máquinas de dinero de las que además de los lugareños, muchas personas ajenas se lucran. Todo tiene sus pros y sus contras. Lo que sí está claro es que la miseria atrae las miradas de los curiosos y para ser testigos de ello ya no hace falta viajar a países lejanos. Las chabolas de París podrían convertirse en el nuevo parque de atracciones de éxito de la ciudad. Precedentes de éxito no faltan.